La patata forma parte fundamental de nuestra alimentación, no solo como parte de nuestra dieta mediterránea, sino a nivel mundial. Tanto es así que su consumo supera al del maíz, el trigo o el arroz. Pero siendo este tubérculo tan relevante en nuestra cocina, poco sabemos sobre sus diferentes variedades y categorías.
Cuando hablamos de patatas, nos referimos al tubérculo de la planta herbácea perteneciente al género Solanum. Esta planta, originaria del Perú, llegó a Europa por primera vez en el XVI gracias a los conquistadores españoles. Pero, en contra de la sabiduría popular, no fue hasta siglos posteriores y gracias a personajes históricos como el agrónomo/nutricionista Antoine-Augustin Parmentier (1737-1813), que se empezó a consumir como alimento.
La patata es una sana y natural fuente de energía, conocida sobre todo por su alto aporte calórico. Contiene además diferentes Vitaminas (C, B6) y minerales, fibra y antioxidantes, así como otras propiedades que nos ayudan a fortalecer el sistema inmunitario. Pero más allá de las características comunes de la patata (que todos sabemos), hoy de lo que vamos a hablar es de sus diferencias, porque NO todas las patatas son iguales. Para hacernos una idea, en España se cultivan más de 100 variedades de patata y aunque este dato resulte abrumador a la hora de clasificarlas, podemos utilizar 2 criterios sencillos: Momento de recolección y origen/raza.
Tipos de patata según el momento de recolecciónPatatas tempranas: Recogida entre marzo y junio.
Estas patatas son recolectadas antes de su total maduración. Su contenido en agua es alto y esto reduce su posterior plazo de conservación. De aspecto son pequeñas y lisas, con la carne más compacta y de sabor suave, ligeramente dulce.
Patatas de estación: Recogida entre junio y finales de verano.
Se recogen en el momento justo de maduración. Esto las convierte en patata comodín. Son más grandes y secas que las patatas tempranas, pero no tan intensas como las viejas. El punto medio de humedad y almidón las hace muy versátiles en la cocina.
Patatas viejas o tardías: Recogida en otoño.
Este tipo de patata se recoge con meses de “retraso” con respecto a su punto idóneo de maduración. Tradicionalmente, se recogían durante el otoño y se dejaban unas semanas bajo tierra para endurecer su piel.
La patata vieja, tiene el aspecto que su nombre indica, es oscura y arrugada, con la piel gruesa y la carne de un amarillo oscuro. El sabor es más fuerte e intenso que la temprana y al tener menor cantidad de agua, la concentración de almidón es mayor.
Variedades de patatas según su origenKennebec
La patata más cosechada en Europa, considerada la patata “para todo”. De esta variedad son las famosas patatas gallegas. Son patatas grandes y ovaladas, con la piel fina y moteada. La carne es blanquecina y resulta muy almidonada por su bajo contenido en agua. Especialmente indicadas para cocer, asar o utilizar en guisos.
Monalisa
Esta variedad es de tamaño pequeño y ovalado. Al ser de recolección temprana tiene la piel suave y de un tono amarillo claro. Su origen se encuentra en el sur de Francia/País Vasco y está considerada casi una delicatessen.
Son idóneas tanto para hervir como para freír, gracias a su equilibrio entre agua y almidón.
Spunta
Se trata de una patata “nueva”, de origen holandés. De forma redondeada y uniforme, tanto la piel como la carne es de color amarillo claro. Su sabor es suave y de textura mantequillosa. Su único inconveniente es que no dura mucho tiempo almacenada.
Red Pontiac
Conocida como patata roja. Se trata de una patata de recolección semitemprana con una característica piel rojiza con "ojos profundos" y carne blanca. Resulta muy versátil en la cocina gracias a su alto contenido en azúcares y bajo almidón. Hervida destaca por su cremosidad.
Agria
Por fuera se parece a la tipo Kennebec, aunque más oscura y alargada. De carne compacta y amarilla, contiene pocos azúcares. Es el tipo ideal si quieres preparar patatas fritas por su equilibrio entre fécula y agua. Por el contrario, no son recomendables para cocer.
Vitelotte
Son las más reconocibles a la vista por su piel morada casi negra y su carne violeta. Su peculiar color se debe a las antocianinas, pigmentos presentes en otros alimentos como la cebolla morada o la lombarda.
Esta variedad de patata está cada vez más valorada gracias a sus propiedades nutricionales superiores. Es rica en antioxidantes, en Vitaminas (B3, B6, B9 y C), y en minerales (hierro, magnesio, potasio y fósforo).
En cuanto al sabor y textura, resulta similar a sus "hermanas amarillas", cremosa y suave.
Nuestras mejores recetas con patatas
Además de todas estas variedades, las patatas tienen una versatilidad en la cocina incomparable. Resulta incalculable la cantidad de platos diferentes que podemos preparar con ellas, desde pucheros de toda la vida, guisos y guarniciones o platos sorprendentes.Te proponemos unas cuantas recetas para que no te falten ideas:
Patatas asadas Jamie Olvier, en tres versiones.
Guiso de patatas con níscalos.