Llegan las primeras crucíferas a nuestra cesta, y el colirrábano después del Kale es de los tempraneros. Esta hortaliza es una col en la que no se come la hoja, sino un ensanchamiento del tallo, en su base que forma una bola que es de pulpa muy blanca y de textura crujiente. Esta extraña hortaliza se consiguió por hibridación en su origen mezclando la col y el rábano blanco silvestre. Es perfecta para comerla en ensalada, y en este caso la he mezclado con compañeras bastante típicas: la calabaza rallada en crudo, y gajos de las primeras mandarinas. Está buenísima! Anímate a probarla !
PREPARACIÓN
- Rallar la pulpa de la calabaza con el rallador de agujeros grande
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Pelar la mandarina quitando la membrana a cada uno de los gajos
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Pelar el colirrábano y cortarlo en bastoncillos gruesos de aproximadamente 2,5 cm de largo
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Cortar la remolacha (asada en papillote o hervida) en bastoncillos del mismo tamaño
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Juntar todos los ingredientes en una ensaladera y agregar los ajos picados, las aceitunas y los piñones
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Salpimentar y añadir el aliño
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Revolver y servir de inmediato
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Espolvorear con la albahaca
NOTA : En esta receta se puede sustituir la remolacha por tomate, que se puede cortar en gajos como la mandarina,