Si acabas de descubrir esta variedad de tomate de colgar o “de penjar” o si ya la disfrutas en casa, queremos compartir contigo consejos y la historia de esta hortaliza que revitalizará tu relación con el tomate.
¿Cómo conservar en casa el tomate de colgar?
Una característica del tomate de colgar es su durabilidad natural. Si se conserva en ristra o en caja de cartón, en una sola capa sin apilar, es capaz de durar todo el invierno. Es importante que esté en un lugar seco y con temperatura estable sin sobrepasar los 24 grados.
En ocasiones, conservado de esta forma, puede desarrollar una especie de “telaraña” que lo recubre. Este proceso es totalmente natural y forma parte de su conservación. Si es tu caso no te preocupes, únicamente lava bien la fruta antes de consumirla, desechando la piel.
También debes vigilar que las piezas que conservas en la despensa no tengan ningún golpe o fisura, lo cual pondría el peligro la conservación de esas piezas y las adyacentes.
¿Cómo se consume esta variedad de tomate?
Si lo quieres disfrutar con el "pà amb tomàquet" tradicional, nuestra recomendación es que lo conserves hasta que esté bien maduro, con un color rojo muy vivo y ligeramente blando al tacto. En este punto, simplemente córtalo por la mitad y frótalo en el pan.
¿Con qué tipo de pan combina este tomate? Como manda la tradición, un buen pan de hogaza con la miga bien prieta es un excelente compañero de viaje. Pero también combina muy bien con panes con la corteza crujiente y miga liviana como el pan de cristal.
Ingredientes para una rica tosta con tomate de colgar:
- Jamón serrano o ibérico
- Anchoas, arenques, conservas de pescado
- Salazones en general
- Verduras frescas de ensalada como el pepino o el calabacín
- Simplemente un ajo frotado
- No te olvides del aceite de oliva
Si necesitas ideas para cocinar con tus tomates de penjar, te proponemos las siguientes:
- Escaldar los tomates y servirlos con un caldo de verduras, aderezado con algún salazón que te guste
- Cortados en gajos y hacer una ensalada con cebolla, aceitunas, arenques y rodajas de ajo
- Hornearlos en rodajas muy finas junto a rodajas de calabacín, aderezado con aceite de oliva, pimienta y un poco de queso rallado.
¿De dónde proviene el tomate de colgar?
El tomate de colgar es una variedad muy conocida en la vertiente mediterránea de nuestro país. Por ello, algunas de las formas de llamar a este fruto conservan su denominación en catalán. Lo podemos encontrar en el mercado, indistintamente, como “tomate de colgar”, “tomata de penjar” o “tomate de ramet”. Llega a tener incluso una denominación de origen protegida en la localidad castellonense de Alcalà de Xivert.
Se trata de una variedad antigua y que ha sufrido muy poca manipulación genética. Su facilidad de conservación y resistencia lo hizo muy habitual en las despensas durante la Guerra Civil el siglo pasado.
El tomate de Alcañizo
En El Milagro, este tomate tiene un sentido muy particular ya que nuestro pueblo se cultiva El Tomate de Alcañizo, un tomate de secano excelente. Ese deseo de acercarnos a las costumbres de nuestra zona nos hizo animarnos a plantar esta variedad. Este primer año no es la semilla autóctona, porque hay que esperar tres años para obtener el certificado.
¿Qué hace diferente a este tipo de tomate?
Se trata de un tomate muy particular, con una piel muy resistente, que hace que el interior permanezca jugoso y se conserve de manera natural durante mucho tiempo.
- Cultivo más respetuoso con el medio ambiente.
- Un contenido ligeramente superior en sal, favoreciendo su conservación.
- Piel más dura, generalmente se desecha para consumir.
- Nace en racimos, y se conserva mucho mejor de ese modo, aunque encarece mucho el producto ya que lleva mucha mano de obra el pasar un hilo de nylon para fortalecerlo.
- Color rojo muy intenso al madurar.
- Es una fuente de antioxidantes, vitaminas A, C y K, además de potasio y hierro.
¿Cómo se cultiva el tomate de penjar?
En Dehesa el Milagro cultivamos los tomates de penjar que ofrecemos en nuestra web y puntos de venta. Lo sembramos entre abril y mayo, estando listos para ser recolectados a mediados de julio.
El tomate de colgar también se llama “de secano”, ya que requiere menos agua. Tras la siembra recibe un primer riego, que se repetirá a mediados del cultivo. De esta manera, al recibir tan poca agua, desarrolla esa piel dura tan característica y esa jugosidad en su interior.