La forma más habitual de comer carne en las familias es en filetes, pero ¿no os parece a veces un poco aburrido? Os proponemos aquí una sencillísima forma de prepararlos, rehogándolos con cebolla salteada y con un chorrito de vino oloroso. Lo ideal es acompañarlos de puré de patatas, pero unas patatas fritas serán también un acompañamiento perfecto. También podéis tomarlos añadiendo a la cebolla pimientos verdes y rojos.
PREPARACIÓN
- Cortar la cebolla en juliana y ponerla a rehogar en una sartén con aceite hasta que queden algo doradas pero sin que se quemen. Al final, añadir el azúcar y remover bien.
- Dorar las tiras de carne en otra sartén con un poco de aceite, añadiendo la sal y la pimienta al final, cuando ya casi están es su punto.
- Añadir las tiras de carne a la sartén con la cebolla y a continuación mojar con el vino. Remover todo bien y dejar cocer el conjunto un minuto.
- Previamente habremos hecho el puré de patatas, cocinándolas, escurriéndolas y aplastándolas con un tenedor. Añadir un poco de leche, mantequilla y aceite de oliva VE, hasta conseguir la textura deseada. Salpimentar.
- Servir la carne acompañada por el puré, espolvoreando perejil picado para decorar.
VARIACIONES
- Si te gusta picante, añadir Tabasco, pimentón picante, guindilla
- Si quieres una versión oriental, puedes saltear la carne en aceite de sésamo y añadirle un chorrito de Tamari (salsa de soja natural), o Teriyaki
- Y por supuesto, prueba añadiendo las verduras que te apetezca, teniendo siempre la precaución de cocerlas en su punto previamente (al dente) preferiblemente al vapor, añadiéndolas al final a las tiras de carne ya rehogadas y dándoles unas vueltas juntas. Será en este momento cuando añadamos la salsa.