Este plato de origen ruso, se remonta a finales del siglo XIX, cuando un chef al servicio del conde Pável Aleksándrovich Stróganov famoso general ruso, creó la receta mientras participaba en una competición de cocina en San Petersburgo.
Casi todo el mundo la conoce de nombre, pero luego pocos conocen cómo se cocina. Se sirve como plato único, carne con una salsa cremosa de champiñones que lo puedes acompañar de patatas fritas, arroz integral, o pasta. Es una receta fácil y muy apetitosa. Además, es un plato perfecto para reuniones ya que es muy sencillo prepararlo en grandes cantidades.
PREPARACIÓN
- Cortar los filetes en tiras de igual tamaño, como un dedo de grosor y unos 5 cm de largo. En una sartén con una cucharada de aceite, saltear a fuego fuerte hasta que estén doraditos pero sangrantes. Así estarán sellados y tiernos por dentro. Retirar y reservar.
- En la misma sartén, añadir un par de cucharadas de aceite de oliva VE. Cortar la cebolla en juliana y pochar a fuego medio durante 10 minutos.
- Mientras se va haciendo la cebolla, limpiar los champiñones con un trapo húmedo y cortar el inicio del pie, que suele traer tierra. No pasar nunca por el agua del grifo, porque pierden mucho su sabor. Picar en láminas el champiñón.
- Añadir ahora los champis y mezclar. Salar al gusto. Seguir cocinando a fuego medio, verter un buen chorro de vino blanco
- Agitar bien el brick de crema de avena y añadir sobre el resto de los ingredientes.Y también una cucharada de mostaza, que le da un toque especial a la salsa. Mezclar bien y cocinar un par de minutos.
- Añadir la carne y con ella el jugo que haya podido soltar. Salpimentar al gusto y remover todo el conjunto. Dejar a fuego medio 3-4 minutos y comprobar que la salsa vaya espesando.