Con esta receta no voy a "descubrir la pólvora"... Efectivamente, este debe de ser uno de los modos más habituales de cocinar el calabacín. Sin embargo me atrevo a proponerla porque imagino que a casi nadie se le ha ocurrido añadir a esta crema una aromática tan refrescante como la menta. Probadlo y veréis como se "alegra" este corriente plato familiar.
INGREDIENTES (4 personas)
- 2 calabacines medianos
- 2 tallos de apio (con un poco de sus hojas)
- 1 cebolla pequeña
- Un buen puñado de hojas de menta (o hierbabuena si no se encuentra)
- Aceite de oliva VE de DEM
- Sal
PREPARACIÓN
- Pelar los calabacines dejando un poco de piel en bandas longitudinales sin retirar y cortarlos en trozos medianos
- Picar el apio en quitándole previamente las hebras
- Cortar la cebolla en juliana y reservar
- Saltear el apio en un poco de aceite y a continuación añadir el calabacín, y la menta añadiendo un poco de sal.
- Añadir agua suficiente para cubrirlas y poner a cocer.
- Antes de acabar la cocción pochar la cebolla en un poco de aceite de oliva hasta que está bien tierna pero sin que tome color (como mejor se consigue es tapando la sartén y poniendo el fuego bajito)
- Cuando las verduras estén tiernas añadir la cebolla pochada y triturar todo, agregando en este momento más agua si fuera necesario hasta conseguir el punto de espesor deseado. Es en este momento cuando debemos probar el punto de sal así como el punto de la aromática, y agregar una u otra si el plato lo pide. Dar un último golpe de túrmix hasta que quede todo bien mezclado, con una textura muy fina, y servir caliente, fría o templada, según la estación.