Esta es una de las recetas de calabacín más sencilla de elaborar y más ricas que he comido, por su suavidad en la textura y en el sabor, ya que el aderezo de ajo anima bien el su sabor neutro sin llegar a estar muy presente. En verano se puede comer fría o templada, pero también es ideal para inicio de otoño, todavía temporada para esta hortaliza
PREPARACIÓN
- Cortar el calabacín en rodajas regulares en tamaño. Reservar
- En un mortero picar y machacar bien el ajo, sal, aceite, orégano y añadir el vino, mezclar bien todo y guardar.
- Añadir esta mezcla al calabacín para que coja sabor. Dejar un poco en el mortero
- Colocar los calabacines en la bandeja de horno a 180ºC, altura media durante 20 minutos (el tiempo depende del grosor del calabacín), los últimos 5 minutos abrir el horno y echar lo que queda en el mortero por encima para que tenga más sabor.
- Sacar del horno y servir.