Estas judías son una variedad específica de judías verdes que se cosechan antes de que los granos maduren por completo, lo que les da una textura tierna y un sabor único.
Son una legumbre muy apreciada en la cocina mediterránea, especialmente en España. Son originarias de la zona norte de España, como Navarra y La Rioja, donde se cultivan ampliamente. En Dehesa el Milagro nos encanta tener proveedores como Carlos Alvarez que nos las manda desde allí recién cosechadas.
Para su cultivo, las judías pochas requieren un clima cálido y suelos bien drenados. Se siembran en primavera y se cosechan en verano, antes de que los granos maduren por completo. Las judías pochas también se pueden encontrar en el mercado enlatadas o congeladas, aunque la versión fresca es muy valorada por su sabor y textura.
Para conservar las judías pochas durante el invierno, hay algunos pasos que puedes seguir:
CONSERVACIÓN
En la despensa
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Selección: Elige judías pochas maduras pero no secas. Asegúrate de que estén en buen estado y sin daños.
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Limpieza: Lava las judías pochas y retira cualquier resto de tierra o impurezas.
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Secado: Deja que las judías pochas se sequen al aire libre durante unas horas hasta que estén completamente secas al tacto.
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Almacenamiento: Coloca las judías pochas en recipientes herméticos o bolsas de plástico y guárdalas en un lugar fresco, seco y oscuro, como una despensa o bodega. Evita la humedad y la exposición a la luz para prolongar su vida útil.
En el congelador
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Preparación: Lava y limpia las judías pochas, retirando cualquier impureza. Puedes cortar los extremos de las judías si lo deseas.
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Escaldado: Hierve agua en una olla grande y sumerge las judías pochas en agua hirviendo durante 2-3 minutos. Esto ayudará a detener la enzima responsable de su deterioro y mantener su color y textura.
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Enfriamiento: Retira las judías pochas del agua hirviendo y sumérgelas en un recipiente con agua fría y hielo durante unos minutos. Esto detendrá la cocción y enfriará rápidamente las judías.
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Secado: Una vez que las judías estén enfriadas, sécalas completamente con papel de cocina o un paño limpio. Es importante eliminar la humedad antes de congelarlas.
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Congelación: Coloca las judías pochas secas en bolsas o recipientes aptos para congelador. Asegúrate de etiquetarlos con la fecha de congelación. Expulsa el exceso de aire de las bolsas antes de sellarlas para evitar la formación de cristales de hielo.
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Almacenamiento: Coloca las bolsas o recipientes en el congelador, asegurándote de que estén apilados o colocados de manera plana para evitar que se deformen.
Las judías pochas congeladas conservarán su sabor y textura durante varios meses. Para utilizarlas, simplemente retíralas del congelador y añádelas directamente a tus recetas. Pueden cocinarse directamente desde el estado congelado o descongelarse antes de usarlas, según tus preferencias y la receta que estés preparando.
Recuerda que el tiempo de almacenamiento puede variar según la calidad de las judías pochas y las condiciones del congelador. Siempre es recomendable consumirlas dentro de los 6-8 meses posteriores a la congelación para obtener mejores resultados en términos de sabor y textura.
RECETAS PARA EL VERANO
ENSALADAS
ENSALADA VERANIEGA DE POCHAS
Nada mas fácil que mezclarla con hortalizas de verano en cuadradillos y aliñarla sencillamente con aceite, vinagre de Jerez y sal, y que no falte una hierba aromática: Cilantro o estragón
Pero si quieres algo mas elaborado, aquí va otra idea:
ENSALADA DE POCHAS CON PESTO Y TOMATES SECOS
PREPARACIÓN
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En un procesador de alimentos, mezcla la albahaca, el ajo, las nueces o piñones y los tomates secos hidratados. Procesa hasta obtener una mezcla homogénea.
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Agrega el queso parmesano rallado y el aceite de oliva al procesador de alimentos. Mezcla hasta obtener una textura de pesto suave. Añade el zumo de limón, sal y pimienta al gusto. Reserva el pesto de albahaca y tomates secos.
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En un bol grande, combina las pochas cocidas con el pesto de albahaca y tomates secos. Remueve bien para asegurarte de que las pochas estén cubiertas uniformemente.
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En un plato grande, coloca una cama de hojas de espinaca baby o rúcula. Añade la ensalada de pochas encima.
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Opcionalmente, puedes espolvorear queso feta desmenuzado por encima para dar un toque salado y cremoso.
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Sirve la ensalada de pochas con pesto de albahaca y tomates secos como plato principal o como acompañamiento para cualquier comida.
Esta ensalada combina los sabores frescos de la albahaca con el dulzor de los tomates secos y el toque cremoso del pesto, todo enriquecido con las suaves y deliciosas pochas, las cuales contienen muchos beneficios.
¡Espero que disfrutes de esta original y deliciosa receta!
RECETAS PARA EL OTOÑO
En esta ocasión, deseamos compartir contigo dos recetas de nuestro blog perfectas para está época del año.