Desde el principio de los tiempos, la miel ha sido el edulcorante preferido por los seres humanos. Se trata de un alimento esencialmente energético con un alto contenido en azúcares, que aportan la energía natural que el cuerpo necesita.
¿Qué es la miel?
La fabricación de la miel comienza con las abejas recolectando néctar, que son líquidos ricos en azúcar provenientes de las plantas. La transformación del néctar en miel se realiza en las colmenas donde las abejas realizan de forma repetida el ciclo de consumo, digestión y regurgitación del néctar para conseguir el fluido viscos que conocemos como miel.
Los beneficios de la miel
La miel es el alimento sin procesar con mayor densidad energética de la naturaleza. Contiene ciertas vitaminas y minerales, según algunos estudios es cicatrizante y bactericida, pero estas son sus propiedades fundamentales.
- Endulzante primario.
Sobre todas sus propiedades, cabe destacar que el 99% de la miel es una solución de fructosa y glucosa. Antes de que se normalizara la extracción de azúcar de caña y de otras raíces, tubérculos y alimentos, la miel era el único endulzar natural. Esto quiere decir que la miel de abeja es un competidor natural del azúcar refinado.
- Alto contenido en enzimas
Debido a sus componentes, como los pépticos y las enzimas (iastasa, amilasa, catalasa, diaforasa, dihidrogenasa láctica, pectasa, fosfatasa y glucosa oxidasa), la miel además de servir como endulzante ayuda a la formación de proteínas en nuestro cuerpo.
- Alivia la tos y el dolor de garganta
Gracias a sus propiedades antibacterianas también podría ayudar a combatir algunas infecciones. Además, la miel de abeja es reconocida como un remedio natural para la tos (no obstante, se recomienda no aplicar en niños menores de un año)
También es cierto que la miel contiene vitaminas A, D, E, B1, C, K, colina y rutina, así como sodio, potasio, magnesio, calcio, aluminio, hierro, cobre, cinc, manganeso, plomo, sílice, fósforo, cloro y azufre, pero la proporción es tan pequeña que sería necesario comer grandes cantidades de miel para que el aporte fuera significativo.
Beneficios de la miel ecológica frente a la adulterada.
Por desgracia, la miel que vemos habitualmente supermercados está refinada. Se le añaden aditivos (agua y azúcares) para reducir los costes de producción, pero de la misma forma se pierde gran parte de los nutrientes. Lo cierto es que la miel es un alimento que se puede consumir nada más ser recolectado, pero por desgracia, antes de su comercialización, las empresas no ecológicas suelen procesarla para filtrar sus impurezas. La mayor parte de los minerales, vitaminas y enzimas de la miel se deben al polen que contiene, al refinar la miel el polen desaparece y la miel se convierte en simple azúcar líquida. En apariencia, la miel queda más bonita, pero por el camino desaparecen las enzimas y antioxidantes hasta quedarse en un simple edulcorante.
¿Cómo saber si la miel de abeja es pura o está adulterada?
El primer paso es revisar los ingredientes en la etiqueta, si dentro de la lista aparece jarabe de alta fructosa o glucosa comercial, la miel ha sido adulterada.
SI lo quieres comprobar en casa, puedes utilizar este método, utilizando una cuchara de miel y colocándola en un vaso con agua sin revolver. Si se disuelve quiere decir que no es pura. La miel natural se queda unida, como un sólido al sumergirse en agua.
Otra forma de saber si es un producto ecológico es si la has tenido guardada cierto tiempo ya que la miel de abeja original suele cristalizar. La miel cristalizada es completamente natural y en algunos casos es incluso aprovechada para crear otros productos derivados.
*Además:
Si además de elegir miel pura frente a la adulterada quieres ir un paso más allá, estas son las claves de la miel Ecológica.
La miel ecológica, orgánica o bio, es la que se ha obtenido de floraciones de campos certificados como ecológicos y con el protocolo que la apicultura ecológica exige. Los controles que la empresa que certifica hace sobre las abejas, el entorno donde trabajan, la miel y la cera, aseguran que la miel que obtenemos de estas colmenas es Miel Ecológica Certificada.
En la apicultura ecológica no se utilizan químicos como plaguicidas y abonos tanto en los insectos como en las vegetaciones próximas a las colmenas. Tampoco está permitida la modificación genética.