Pues lo cierto es que depende de a quién preguntes. En esencia, el tomate es un fruto y, a la vez, una hortaliza … y una baya, pero no está claro si es una verdura… facilísimo, ¿verdad?
Ponemos fin a la duda universal sobre el tomate: ¿es fruta o verdura?
El tomate es una hortaliza, de eso no hay duda, es una planta comestible que se cultiva en un huerto. Lo tomamos en ensalada o como parte de la comida principal y no como postre o para merendar, lo que hace que nos cueste clasificarlo como fruta.
Pero para empezar a desgranar esta bola de conceptos, lo mejor es concretar qué es lo que se entiende por fruta, que no es otra cosa que la parte de la planta que contiene las semillas. Por tanto, desde un punto de vista científico, y atendiendo a la definición de “fruto”, el tomate cuadra perfectamente.
Pero como ya has podido ver, aquí empieza la confusión ya que en inglés (siempre más sencillo) se utiliza la misma palabra para fruto y fruta, mientras que la RAE hace una distinción entre ambos conceptos:
- Fruto: Producto del desarrollo del ovario de una flor después de la fecundación, en el que quedan contenidas las semillas, y en cuya formación cooperan con frecuencia tanto el cáliz como el receptáculo floral y otros órganos.
- Fruta: Fruto comestible de ciertas plantas cultivadas; p. ej., la pera, la guinda, la fresa, etc
De esta manera y bajo esta definición, efectivamente, el tomate es indiscutiblemente un FRUTO, igual que el pimiento o la calabaza.
¿Es el tomate una verdura?
Siguiendo con las definiciones exactas que nos ofrecen los diccionarios, verdura es el conjunto de plantas cultivables destinadas a su consumo como alimento. El apartado crucial es que, por extensión, verdura puede ser la planta entera, o solo una parte de ella, por ejemplo:
- Tallo: Apio
- Raíces: Rábano
- Hojas: Acelga
- Bulbo: Cebolla
- Flor: Alcachofa
Por esta definición, hay razones para sospechar que el tomate NO es una verdura. Porque, ¿es el tomate una parte de la tomatera? El tomate es una estructura reproductiva que se desprende de la planta, al igual que la manzana del manzano o el huevo de la gallina que lo ha puesto.
¿Y si no fuese ninguna de las opciones anteriores?
Por si la cuestión no fuera ya lo bastante complicada, resulta que el tomate, en términos botánicos, es una baya. Sí, una baya como los arándanos o las grosellas. Para que un fruto sea una baya, debe tener exocarpio (corteza o piel), mesocarpio (pulpa carnosa) y endocarpio (otro tipo de pulpa que aloja las semillas.
De acuerdo con esta definición, los tomates, las berenjenas, los plátanos, las uvas y las naranjas son bayas. Sin embargo, las cerezas y las fresas no son bayas porque no cumplen los requisitos de número de semillas y número de ovarios en la flor.
Pero todavía no hemos acabado, la cosa se complica un poco más cuando intervienen otros factores ajenos a la naturaleza, como la economía o la política.
Este debate surgió el siglo XIX en Estados Unidos a raíz de un cargamento llegado al puerto de Nueva York. No se trataba, eso sí, de una discusión etimológica sino que en este caso había razones legales: los vegetales importados tenían que pagar unos impuestos del 10% mientras que la fruta estaba exenta de ese arancel. Fue la Corte Suprema la que dictaminó en 1893 que el tomate era un vegetal y que, por tanto, tocaba pagar.
Conclusiones, ¿es una fruta o una verdura?
Resumiendo lo que hemos sacado en claro con este pequeño viaje etimologico/botánico/político es que nuestro querido tomate es:
- Biológicamente, el tomate es un fruto
- Históricamente, el tomate es una hortaliza
- Legalmente, el tomate es una verdura
- Botánicamente, el tomate es una baya
- Coloquialmente, el tomate es una fruta
Beneficios nutricionales de los tomates
Los tomates son una fuente importante de muchos nutrientes esenciales y tienen muchos beneficios para la salud. Algunos de los beneficios nutricionales del tomate incluyen:
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Rico en antioxidantes: Los tomates contienen antioxidantes como la vitamina C, la vitamina E y el licopeno, que pueden ayudar a proteger al cuerpo de los daños causados por los radicales libres y reducir el riesgo de enfermedades crónicas como el cáncer y las enfermedades cardíacas.
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Rico en fibra: Los tomates tienen una cantidad moderada de fibra, lo que puede ayudar a mantener un tránsito intestinal regular y a controlar el peso corporal.
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Fuente de potasio: Los tomates son una buena fuente de potasio, un mineral que ayuda a controlar la presión arterial y a mantener el equilibrio de líquidos en el cuerpo.
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Fuente de vitamina A: Los tomates también contienen vitamina A, que es importante para la salud ocular y la función inmunológica.
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Bajo en calorías: Los tomates tienen pocas calorías, lo que los hace una opción saludable para aquellos que intentan controlar su peso corporal.
En resumen, los tomates son una opción saludable y nutritiva que pueden aportar muchos beneficios para la salud.