Personalmente, considero que el verano es una época para aprovechar al aire libre y por eso, huyo de las recetas que me hacen pasar mucho rato en la cocina y, más aún, si me obligan a darle candela a los fogones o al horno durante mucho tiempo. Por eso, comer hortalizas crudas suele ser mi elección más frecuente, eso sí, hortalizas ecológicas y de temporada.
El otro día viendo un programa de televisión dedicado al medio ambiente, el presentador se extrañaba de que la remolacha se comiera cruda, ya que es cierto que la mayoría de la gente está acostumbrada a comerla cocida porque es como suele comercializarse.
Me puse a pensar en mi habitual cesta de verduras ecológicas, a ver qué productos suelo comer crudos y cuáles son mejores cocinados. Estamos acostumbrados a escuchar que es preferible comer hortalizas al natural porque así se conservan mejor los nutrientes que aportan al organismo, y a veces cocinamos muchos de los que podríamos comer crudos sin problema.
Por otro lado, hay algunos productos de la huerta que debemos cocer o asar para poder consumirlos, no solo por una cuestión de sabor o textura si no porque crudos pueden hacernos daño o causarnos molestias gastrointestinales. Además, algunas verduras potencian sus beneficios al someterlos a temperatura en la cocina.
Vegetales que podemos/debemos comer crudos
Empezamos por la remolacha que, efectivamente, solemos comer cocida pero es mejor cruda, porque el proceso de cocción disminuye considerablemente sustancias tan valiosa como el ácido fólico que contiene. Además, sin cocinar aporta grandes cantidades de vitaminas A, B y C, fibra y minerales como potasio, hierro y magnesio.
El brócoli (y similares) también es mejor crudo para preservar su contenido de vitamina C, calcio, potasio y otros nutrientes esenciales que ayudan al ADN a reparar las células. La col, la coliflor, la col rizada, el berro tienen elevadas dosis de vitaminas y minerales que perderemos si las cocinamos.
La cebolla y el ajo son otro dos alimentos que se deben consumir crudos lo más posible, a pesar de que los utilicemos casi siempre como base en muchos guisos. La cebolla en crudo contiene sustancias que ayudan a prevenir el cáncer y contribuyen a la salud cardiovascular. Lo mismo ocurre con el ajo, un condimento que actúa como antioxidante y protege el ADN. La cocción elimina hasta un 90% de sus vitaminas y minerales.
Los pimientos rojos está repletos de vitamina C, B6 y E. Si los sometemos a altas temperaturas las pierden, pero si los cocemos solo un poquito mantienen sus propiedades casi intactas.
Los pepinos, la lechuga, el apio o el calabacín (si decides cocerlo, que sea muy poquito) se suman a este grupo de vegetales que conviene consumir sin cocinar.
En mi opinión, todos estos alimentos están fantásticos al natural.
Hortalizas que es mejor comer cocinadas
La primera es la patata y, desde luego, no conozco a nadie que coma patata cruda. En mi opinión, si no la cocinas es incomible pero, además, la presencia de almidón es un argumento de peso para no comerlas crudas. Por otro lado, ¡hay tantas posibilidades riquísimas para degustar patatas…!
Las coles de Bruselas crudas pueden ser muy indigestas. En cambio el resto de coles sí que se pueden comer crudas, como el brócoli, la coliflor, la col rizada, el repollo, etc.
Las berenjenas, guisantes, champiñones o judías siempre es mejor cocinarlos.
Las judías crudas o mal cocinadas tienen una toxina que puede hacernos vomitar o provocar diarreas. Cuando se cocinan, las judías pierden esta toxina casi por completo.
Las zanahorias, los tomates y los espárragos permiten más flexibilidad, no pasa nada por comerlos crudos pero, según queramos aprovecharlos de una forma u otra, es mejor cocinarlos. Estás verduras nos proporcionan numerosos nutrientes que potenciaremos o reduciremos en función de si los cocinamos o no.
Estas tres hortalizas, cuando se someten a altas temperaturas, permiten mayor absorción de los antioxidantes que contienen y que ayudan a contrarrestar el daño celular de algunas enfermedades. Por otro lado, la vitamina A de las zanahorias hervidas se absorbe mejor que si están crudas. La cruz es que, cuando las cocinamos, también se pierde, por ejemplo, la vitamina C que es tan beneficiosa para el organismo.
En definitiva, en Dehesa El Milagro lo que tenemos claro, clarísimo, es que hay que consumir hortalizas todos los días. Y no nos cansamos de haceros sugerencias, ya sabéis que tenéis muchas recetas en nuestra página web.
¿Verduras crudas o cocinadas? Supongo que en muchos casos dependerá de las circunstancias…
Ahora bien, si no sabéis cómo preparar alguno de los productos que recibís en vuestra cesta de hortalizas El Milagro, contad con nosotros.
Nos escribís o nos llamáis (info@dehesaelmilagro.com/+34619561608) y seguro que entre todos podemos ayudaros. También nos encantará que nos contéis a través de las redes sociales (Facebook, Instagram, YouTube) cómo preparáis vuestras recetas.
Y recordad que tenéis la posibilidad de hacer vuestro pedido online a medida:
Cesta Pequeña: La opción perfecta para una semana en una familia de 1 a 4 miembros, con envío a cualquier punto de la península, su peso aproximado es de 7KG.
Cesta Grande: Es la propuesta semanal para más 4 personas, puedes hacer algunas variaciones de su contenido.
Cesta Personalizada: Tu mismo eliges las hortalizas y productos ecológicos que más se adapten a tu consumo y te lo enviamos a casa.