En Dehesa El Milagro nos gusta haceros partícipes de algunas de nuestras formas de hacer “bien” las cosas.
Hoy os presentamos a uno de nuestros mimados de la granja y actor principal de muchos de nuestros elaborados artesanales ecológicos: El POLLO
Vamos a explicar como se cría un pollo ecológico certificado en nuestra granja.
Es muy importante decir, que se escogen estirpes de crecimiento lento por la influencia que tiene en la calidad de la carne.
Serán animales con una edad mínima de 81 días, aunque en la práctica los sacrificios se producen con al menos 90 días.
La diferencia es clara, si tenemos en cuenta que en los sistemas de producción convencional se lleva a un máximo de 45 días.
Es una vida de 14 semanas, siendo las más importantes las cuatro primeras.
Necesitan temperaturas de hasta 31ºC para que se desarrollen correctamente todos sus órganos vitales y asegurar un crecimiento saludable.
Hemos de pensar que el peso de un pollito de un día está entre 30 y 40 gramos, por lo que son animales muy sensibles y debemos de cuidarlos.
Durante estas cuatro primeras semanas alcanzarán un peso de 600 gramos, siempre en las mejores condiciones de temperatura, humedad y aire puro.
Pasadas estas cuatro semanas, los llevamos a nuestras naves móviles. Se localizan en nuestras praderas y en el vergel de frutales, donde tienen acceso constante a las praderas.
Los cercados situados alrededor de la nave, se van moviendo para que los animales dispongan siempre de pasto fresco.
Las naves también se van moviendo para preservar el descanso de los prados en los que han estados los animales.
Al final de los 90 días, los pollos alcanzan un peso de 3,50 kilos, lo que nos da una canal de pollo que ronda los 2,20 kilos.
Llega a nuestras salas de recría con tal sólo 1 día de vida. Los recibimos como se merecen con comida, agua y calor (dependiendo de la época del año, el suficiente para que estén cómodos).
Nuestros pollitos son estirpes de crecimiento lento y tienen acceso al aire libre para realizar ejercicio, esto le aporta bienestar al animal y mejor salud. Al crecer ajustándose a un sistema de crecimiento natural, durante 14 semanas, respetando su ciclo y sin someterlos a ningún estrés, lo que conseguimos son canales “sanas”, jugosas, sin excesiva grasa, en su peso justo, y con un sabor real, cosa que no ocurre con las estirpes de rápido crecimiento.
Las estirpes “rápidas” han sido el resultado de años de cruces en los que se buscaba un animal que creciera rápido y que convirtiera el alimento consumido en masa corporal de una manera más eficiente a esto le tenemos que sumar los cambios en su alimentación con un origen indefinido. El peso final de las canales se consigue en unas 6 u 8 semanas, satisfaciendo las necesidades del mercado, que debido al crecimiento de la población mundial necesitaba cambiar las reglas del juego, mucho rendimiento en poco tiempo.
En nuestra granja escogemos garantizar el bienestar de los animales y la calidad de su carne, evitando lo artificial y lo forzado, asumiendo incluso esa pérdida de rentabilidad.
Es de dominio público los beneficios que nos aporta la carne de pollo; nos aporta 7 de 8 vitaminas pertenecientes al grupo B importantes para el buen funcionamiento de nuestro organismo y vitamina E que, con sus propiedades antioxidantes nos ayuda en la lucha contra el daño oxidativo.
Comparativas realizadas entre nuestro pollo eco y el de otra marca y el resultado ha sido de un 35% más en Vitamina B3 y en vitamina E un 12% más.
Una vez terminan su ciclo en nuestra granja, entra en acción nuestro equipo de cocina desde el obrador, cuyas mentes no paran de trabajar para poder ofreceros opciones sanas, ricas y ecológicas para haceros la cocina semanal, un poquito más fácil o si lo prefieres puedes llevártelo a casa en su versión fresca con variedad de cortes para completar tus menús: