Hoy más que nunca, ser conscientes de lo que llevamos a nuestra mesa es una forma de cuidarnos y cuidar del planeta. Sin embargo, en medio de tantas etiquetas verdes, palabras como "eco", "natural" o "bio" pueden confundir más que aclarar.
¿Cómo saber si un producto es realmente ecológico y no solo lo aparenta? En Dehesa El Milagro creemos que una buena decisión empieza con buena información. Aquí te contamos cómo diferenciar lo auténtico de lo que solo lo parece.
Entendiendo qué es ecológico de verdad
A veces basta con mirar una etiqueta para pensar que estamos haciendo una compra responsable. Pero no todo lo que parece ecológico lo es. Comprender qué significa realmente “ecológico” es el primer paso para elegir bien.
Agricultura y producción sin atajos
Un producto ecológico proviene de un sistema de producción que respeta los ciclos naturales. En el caso de los alimentos, esto implica no usar pesticidas ni fertilizantes químicos, fomentar la biodiversidad y mantener la fertilidad del suelo con métodos regenerativos.
En cosmética o cuidado de la piel, significa utilizar ingredientes naturales que no hayan sido tratados con químicos sintéticos ni probados en animales.
Certificación ecológica: la clave de la transparencia
En la Unión Europea, el término "ecológico" está regulado por ley. Para que un producto pueda llevar este nombre, debe cumplir con una normativa estricta y estar certificado por un organismo oficial.
El sello más reconocido es la Eurohoja, una hoja blanca formada por estrellas sobre fondo verde. Este símbolo asegura que los ingredientes agrícolas del producto son ecológicos y que todo el proceso cumple con prácticas sostenibles.
Esta certificación se valida mediante las entidades de certificación, que realizan auditorías periódicas a los operadores para verificar que cumplen con los requisitos establecidos.
En nuestro caso, contamos con dos certificadores locales: uno garantiza el sistema productivo en la finca, y otro certifica la transformación de los productos en nuestro Obrador de Madrid.
Este proceso asegura la calidad y la sostenibilidad de los productos o servicios certificados.
Diferencia entre ecológico, orgánico y sostenible
Aunque a menudo se utilizan como sinónimos, los términos ecológico, orgánico y sostenible no significan exactamente lo mismo. Ecológico es un término regulado por ley dentro de la Unión Europea: un producto solo puede presentarse como tal si ha sido certificado por un organismo oficial, cumpliendo estrictos criterios de producción respetuosa con el medio ambiente.
Por su parte, orgánico es la traducción más común de "ecológico" en países anglosajones como Estados Unidos o Reino Unido, y aunque a menudo hacen referencia al mismo tipo de producción, depende de la normativa de cada país orgánico, BIO, ECO, están admitidos al mismo nivel .
En cambio, sostenible es un concepto más amplio que no necesariamente implica una certificación específica, pero que se refiere a prácticas que buscan minimizar el impacto ambiental, social y económico a lo largo de todo el ciclo de vida del producto.
En qué fijarte para elegir mejor un producto ecológico
No se trata solo de confiar en lo que dice el envase. Aquí van algunas pistas y hábitos que puedes aplicar en tu día a día para reconocer productos verdaderamente ecológicos.
1. El sello lo dice todo
Busca el sello de la Eurohoja en alimentos o el de organismos certificadores reconocidos en cosmética. En España, también puedes encontrar la certificación del Comité de Agricultura Ecológica de tu comunidad autónoma. Sin un sello oficial, todo lo demás es solo marketing.
2. Evita el “greenwashing”
Muchas marcas utilizan palabras como “natural”, “bio” o “eco” sin que realmente haya un proceso ecológico detrás. Esto se conoce como greenwashing. Si no hay certificación visible o transparencia sobre los ingredientes y su origen, es mejor desconfiar.
3. Fíjate en el origen
Un producto ecológico no solo es lo que contiene, sino también de dónde viene. Prioriza aquellos que proceden de productores locales, cooperativas o pequeños proyectos. Esto asegura menos impacto en transporte y más compromiso con la tierra.
4. El envase también cuenta
Un producto que se considera ecológico debe cuidar todos los detalles. Elige aquellos que vienen en envases reciclables, biodegradables o con sistemas de recarga. La coherencia va más allá del contenido.
Consejos para un consumo más consciente
Comprar ecológico es una forma de compromiso, pero no es necesario hacerlo perfecto para empezar. Aquí van algunos consejos que pueden ayudarte a tomar decisiones más informadas:
Compara productos similares
Pon dos productos similares uno al lado del otro y compara no solo el precio, sino la procedencia, los ingredientes y el tipo de certificación. A veces pagar un poco más es invertir en salud y sostenibilidad.
Prioriza lo esencial
No hace falta que todo en tu despensa o en tu neceser sea ecológico desde el primer día. Puedes empezar por lo que más usas o lo que entra en contacto directo con tu cuerpo, como los alimentos frescos o las cremas hidratantes.
Infórmate y pregunta
Las marcas realmente comprometidas con la sostenibilidad suelen ser transparentes. No tengas miedo de buscar información en sus webs o de preguntar en tu tienda habitual. Cuanto más sepamos, mejores decisiones podremos tomar.
Por qué elegir productos ecológicos importa
Beneficios para la salud
Los productos ecológicos evitan el uso de químicos sintéticos, pesticidas y aditivos artificiales. Esto se traduce en alimentos más puros y productos de cuidado personal más respetuosos con la piel y el organismo.
Impacto ambiental positivo
El modelo ecológico reduce la contaminación, cuida la biodiversidad y mejora la salud del suelo y del agua. Comprar ecológico es una forma directa de contribuir al equilibrio del ecosistema.
Apoyo a productores responsables
Detrás de cada producto ecológico hay personas comprometidas con una forma diferente de hacer las cosas. Apoyarlos es apostar por una economía más justa, sostenible y local.
Una elección que transforma
En Dehesa El Milagro lo vivimos cada día: la manera en la que cultivamos, criamos y producimos tiene un impacto directo en la tierra y en quienes se alimentan de ella. Apostar por lo ecológico no es una moda, es una forma de volver a lo esencial, de reconectar con un sistema en el que todo está interconectado.
Cuando eliges productos ecológicos, eliges cuidar tu cuerpo, pero también formar parte de un ciclo más sano, justo y respetuoso con la naturaleza. Por eso, animamos a cada persona que confía en nosotros a mirar más allá del envase, a informarse y a elegir con conciencia.
Porque identificar lo verdaderamente ecológico no solo te da seguridad. Te convierte en parte del cambio.