ACTIVIDADES AGRÍCOLAS
Nuestra granja, un lugar en el que la naturaleza se toma su tiempo y nuestros agricultores cuidan la tierra con cultivos tradicionales sin abonos químicos o herbicidas. Contamos con casi 280 hectáreas, divididas en zonas productivas, en función de sus usos agrarios (pastos o praderas permanentes y cultivos permanentes)
PRADERAS PERMANENTES
Contamos con 120 has praderas naturales de secano compuestas por tréboles y gramíneas en buen equilibrio en cuya plantación utilizamos un sistema de aprovechamiento que fomenta la sostenibilidad y el incremento productivo de nuestros pastos y a la vez, aumentamos la fertilidad y la vida de nuestros suelos.
MANEJO HOLÍSTICO
Los animales son la clave de este proceso. Utilizamos el manejo holístico en nuestra finca, entendiéndolo como una filosofía que comprende el campo como un todo en el que cada decisión afecta a muchos aspectos de la actividad agraria. Este manejo implica el movimiento de los animales por nuestros prados teniendo en cuenta el número de animales, el tiempo que permanecen en cada prado, el estado de la planta existente, el tiempo de recuperación de esa planta hasta que volvamos a meter animales y la cantidad de planta que dejamos en el suelo.
Todos estos aspectos son muy importantes para que siempre haya planta en el suelo, son las responsables de transformar la energía solar en nutrientes disponibles a través de la fotosíntesis. Evitamos compactar suelo y evitamos sobrepastorear agotando las reservas de las plantas y disminuyendo sus opciones de rebrotar.
Son los propios animales los que estercolan los prados y al aprovechar los rebrotes fijamos su presencia más tiempo en los prados de forma controlada, incrementando la cantidad de nutrientes aportados. Es materia orgánica y por tanto, la fuente de vida y fertilidad para nuestros suelos. Tiempo, materia orgánica y ciclos adecuados son la base para cumplir uno de los principios fundamentales de la Agricultura ecológica, el mantenimiento e incremento de la fertilidad de los suelos.
Nuestras terneras, como rumiantes que son, aprovechan estos pastos cubriendo sus necesidades forrajeras y creando unas condiciones de pH ideales para la presencia, al final de la cadena, de ácidos grasos accesibles para nuestro organismo.
La carne que se produce con mayor cantidad de pasto y forraje presenta unas características organolépticas y nutricionales mayores a la carne generada exclusivamente con pienso y paja.
Cumplimos totalmente la directriz de la normativa ecológica que exige al menos un 60 % de la ración de los rumiantes sea a través de pasto y forraje.
CULTIVOS ANUALES
Fundamentales para nuestra forma de crear carne saludable. Precisamos del apoyo de forrajes de calidad para nuestras terneras y vacas en las épocas en las que el campo está agotado. En las épocas de verano con todo el pasto seco, es necesario acompañar la ración de los animales con forrajes para evitar desajustar la actividad del rumen.
Necesitamos, además, cultivar nuestros cereales para completar la ración de nuestros animales con piensos propios.
ROTACIÓN DE CULTIVOS
De estas dos necesidades surge el cultivo de toda la finca apoyada en el principio de aumento de fertilidad de los suelos disponibles. Así, hemos diseñado una rotación entre los cereales, forrajes, leguminosa y barbecho, de tal manera que cada uno aprovecha los beneficios que presenta el anterior. Muy importante en nuestras rotaciones la presencia de leguminosas (Guisantes, yeros, lenteja, garbanzo) como cultivos fijadores de Nitrógeno atmosférico, además de producir semillas de alto valor proteico para la alimentación de nuestro ganado.
Cebada, trigo y avena son la base de nuestros propios piensos apoyados con veza y guisantes.
De la misma manera utilizamos forrajes compuestos por gramíneas y leguminosas que debido a su mezcla aportan calidad y generan épocas de necesidades de nutrientes diferentes, creando épocas de competencia con las malas hierbas, minimizando así su efecto sobre los cultivos, y anulando por tanto, la necesidad de herbicidas en nuestros cultivos.
Ray grass, veza, avena forrajera, tréboles son la base de nuestros forrajes de alta calidad.
En el cultivo de nuestros cereales, intentamos en la medida de lo posible que quede en el campo, el mayor volumen de paja posible. De esta manera son los animales los que aprovechan más tiempo su rastrojera y por tanto, con el mismo sistema de rotación aportan mucha más cantidad de estiércol al suelo, mejorando de nuevo el nivel de materia orgánica presente.
Además, aportamos abonos orgánicos que disponen de esta materia orgánica correctamente compostada. Es una apuesta de futuro por la sostenibilidad y mejora de la fertilidad de nuestros suelos.
Nuestro objetivo es dejar la finca en un estado mejor en el que nos lo encontramos para las generaciones futuras.
CEREALES PANIFICABLES
Además, cultivamos trigos panificables (incluyendo espelta) para producir nuestra propia harina ecológica y poder disponer de pan ecológico.
REFORESTACIÓN
En el corazón de la finca, 15 has de diferentes especies que forman un núcleo importante de biodiversidad. La finca dispone de un plan de generación y aumento de biodiversidad que se integra perfectamente en las diferentes áreas productivas.
La idea es producir lo mejor posible, pero simultáneamente crear un núcleo en la zona que aumente la vida y la presencia de vegetación autóctona y la presencia del mayor número de especies. Hemos de recuperar estos valores porque al final son los generadores de vida en el campo.
La idea es implicar a los dos municipios Alcañizo y Oropesa, es este proyecto con diferentes líneas de actuación tomando como núcleo la finca y generar así un mejor entorno en la zona.
OLIVAR
Uno de los objetivos marcados desde el principio fue el cultivo de olivar, pero las condiciones de la zona y el tipo de suelo no son los más adecuados para este cultivo. Por ello, hemos encontrado en Jarandilla de la Vera, término cercano a Alcañizo, un olivar de manzanilla cacereña, al que vamos a ayudar a entrar en el proceso de conversión a agricultura ecológica y cambiar sus métodos convencionales, adecuando todo a los principios ecológicos básicos, en busca de una aceituna de alta calidad que nos lleve a un aceite extraordinario.
Cubierta vegetal en las calles, que evite la evapotranspiración, su aporte de nuevo de leguminosas que fijen nitrógeno para ser utilizado por los olivos, su corte antes del final de su ciclo para aportar materia orgánica al suelo. Ayuda de ovejas para controlar su crecimiento y aportar estiércol y por tanto, fertilidad al suelo….
Todos estos principios de actuación nos darán una calidad de aceituna que, acompañado de un tiempo de cosecha adecuado de menor rendimiento pero más sabor, y el saber hacer de una almazara con criterios de producto de calidad, nos darán un aceite excepcional que estará a disposición de nuestros clientes una vez superado el período de transición hacia cultivo ecológico.