¿Cómo puedo preparar las chuletitas de cuello de cordero ecológico?
Las chuletitas de cuello de cordero ofrecen varias formas de cocinarlas:
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A la plancha, simplemente sazona las chuletitas con sal, ajo picado y perejil fresco. Cocina a fuego medio-alto hasta dorarlas, unos 3-4 minutos por lado. Al final, añade un chorrito de limón o vino blanco para conseguir una salsa llena de sabor que las acompañe.
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Si prefieres prepararlas al horno, coloca las chuletitas en una bandeja, sazónalas con sal, pimienta y hierbas como romero o tomillo. Añade un chorrito de aceite de oliva y asa durante 15-20 minutos, volteándolas a mitad de tiempo para un dorado uniforme. Puedes añadir un poco de vino blanco para que queden más jugosas.
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Para prepararas guisadas, sofríe cebolla, ajo y zanahorias en una cazuela. Añade las chuletitas, unas patatas en gajos, un chorrito de vino tinto y agua. Cocina a fuego lento durante 30 minutos hasta que la carne esté tierna.
Es una muy buena opción para añadir a tus calderetas de cordero, ya que es una parte rica en colágeno como te explicamos en el siguiente punto.
¿Qué aporta el cuello de cordero a nuestros guisos?
Como habrás podido comprobar, este es un corte muy versátil, ya que se puede preparar tanto a la plancha, como al horno o guisado. En este punto, nos gustaría hablarte especialmente del contenido en colágeno de esta parte del cordero y de sus beneficios nutricionales:
El cuello de cordero es un corte ideal para guisos gracias a su contenido en colágeno y grasa natural, lo que le confiere una textura tierna y jugosa tras una cocción prolongada. Al cocinarlo a fuego lento, el colágeno se descompone, aportando una gelatinosidad que espesa naturalmente los guisos, creando una salsa rica y sabrosa sin necesidad de añadir espesantes artificiales.
Incluir este corte en tus guisos no solo mejora la textura y el sabor del plato, sino que también aporta proteínas y nutrientes esenciales, como hierro y vitaminas del grupo B, esenciales para una dieta equilibrada.