No olvidemos que se come con la vista además de con el paladar, y en este caso, el color intenso de la remolacha es tan atractivo que apetece probarlo nada mas servirlo. Al hacerlo, con ese contraste típico de sabor terroso y dulce de la remolacha, seguro que no quedarás defraudado.
Algunas ideas para completar este plato: Cubitos de queso fresco, una salsa pesto, unas hojas de albahaca o unos piñones.
Ingredientes:
Agua, remolacha, tomate, aceite de oliva virgen extra y sal.
Conservación:
Almacenar en un lugar seco y protegido de la luz.
Una vez abierto, conservar en refrigeración y consumir
antes de tres días.
Alérgenos:
Ausencia.